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Catalina Barros Balbontín, actriz regional

Desde calle Miraflores 724, compartimos la historia de la actriz regional Catalina Barros Balbontín, lugar que funcionó como centro de torturas y detención clandestina por la CNI en la década de los 80 y que en la actualidad funciona como sala de ensayo que alberga el trabajo de diferentes disciplinas del arte y que busca ser convertido en un museo de la memoria para honrar a las víctimas y preservar su legado histórico.

Desde ahí, Catalina nos cuenta que descubrió su amor por el teatro desde una edad temprana y lo utilizó como una herramienta para convertir el dolor en risas. En el año 2002, debutó como actriz profesional en la obra "La Pérgola de las Flores" junto a Nelly Meruane. En 2003, se unió a la compañía de teatro callejero KABALA, donde actuó en más de 15 comunas de La Araucanía. Desde entonces, ha participado en más de 40 obras y es conocida por su versatilidad en escena y su disposición a trabajar en equipo. Actualmente, es parte del sindicato de actores y actrices SIDARTE, filial Araucanía, luchando por valorar y dignificar las artes escénicas como un trabajo con derechos y deberes.

El teatro y el camino de la autogestión
Catalina destaca la importancia de crear la necesidad en los demás para desarrollar el trabajo teatral y que desde ahí se pueden levantar propuestas que vayan en línea con los objetivos de las instituciones y organizaciones. Su enfoque en la producción teatral le ha permitido asumir roles de dirección. “En mi experiencia, me he enfocado principalmente en la producción teatral, lo que me ha brindado la oportunidad de asumir roles de dirección. En una ocasión, recibí una llamada telefónica preguntándome si tenía una obra que abordara el tema de inclusión. Aunque no tenía una obra lista, acepté el desafío, reuní a un grupo de personas y creamos la obra, y a partir de esa necesidad, comencé a involucrarme en la dirección teatral”. Además, Catalina comparte que a lo largo de su carrera ha tenido que enfrentar desafíos relacionados con las restricciones impuestas por las "líneas editoriales" de las instituciones públicas. Sin embargo, destaca que en los últimos tiempos ha notado una mayor apertura y libertad creativa en el ámbito teatral, especialmente después del cambio de administración a nivel nacional y local. Catalina cree firmemente que el teatro es una herramienta poderosa para abordar temas relevantes en la sociedad y dar voz a quienes no la tienen.

¿Cómo observas el desarrollo de la actual escena del teatro regional?
La escena teatral regional está experimentando un resurgimiento gracias a nuevas compañías emergentes y espacios culturales, lo que ha llevado a la aparición de nuevas estéticas y lenguajes escénicos. El surgimiento de nuevas propuestas y la apertura de nuevos espacios para las artes han permitido llevar el teatro a la gente y contagiar a la comunidad de la sensibilidad que proporciona el arte. Además, se han visto tendencias al alza en los varietés teatrales y las intervenciones ciudadanas. La ciudad ha recibido producciones de renombre, lo que permite a la gente y a nosotras mismas ver este tipo de producciones más de cerca y aprender de forma empírica. Para mí, la marcha blanca del paseo Bulnes (guste o no en términos estéticos) abre camino a más espacios vivos para las artes que quiero para Temuco. Por ejemplo, Trashumantes realiza un gran trabajo formativo, la Compañía La Heroica apuesta por la producción de elencos ciudadanos, o el espacio Txawün, que abre oportunidades a la creación para artistas en Padre las Casas, y así son tantas más que aún me falta por conocer.

¿Cuán importante ha sido el trabajo sindical para el gremio?
El trabajo sindical ha sido fundamental para consolidar al gremio de las artes como un espacio laboral. En el pasado, era difícil reconocer a las artes como una profesión, pero gracias al sindicalismo, se han logrado establecer parámetros que permiten una convivencia y diálogo efectivos entre los miembros del gremio y con las instituciones, a través de valores y referencias que aseguran una práctica profesional digna y respetuosa. Actualmente, se está trabajando en un protocolo de buenas prácticas que busca informar a los centros culturales sobre los aspectos fundamentales de la vinculación con las compañías artísticas, estableciendo derechos y deberes para una convivencia saludable.

¿Cómo evalúas la posibilidad que Temuco cuente con un centro cultural?
SIDARTE se formó en la comuna como respuesta a la deuda histórica para los artistas y el Centro Cultural, y desde entonces han luchado por tener voz y voto en este tema. La creación de un espacio cultural constante en Temuco es importante para la formación artística y la dignificación del trabajo de los artistas locales, así como para satisfacer la demanda de la comunidad. Sin embargo, la burocracia del proceso desanima. Por lo tanto, muchos artistas están recurriendo a espacios auto-gestionados que generan un circuito de actividades a través de redes que están ganando protagonismo.