Directora y profesora en Escuela de ballet clásico de Temuco. Seis décadas dedicadas a la formación de bailarinas y monitoras de danza.

Oriunda de Vilcún, a sus 10 años inició sus estudios de danza con la profesora Silvia Ferrada, se perfeccionó en el Ballet de la Universidad Austral en Valdivia, lo que le dio las herramientas para impartir clases. En el ballet se encuentra con un amigo, Edgardo Pons, también estaba Jaime Jory y su hermano. Al finalizar cuatro años con la Compañía, regresa a Temuco con la idea de abrir su propia academia, la que se concreta en 1958.

Nivia hoy es un referente nacional en la formación de la danza en nuestro país, con sus 85 años continúa trabajando incasablemente en formar a nuevas generaciones que gustan y sienten la danza como ella la sintió en su niñez. Pero el camino no fue fácil, teniendo que luchar contra un contexto familiar y social adverso con poca apertura a las artes escénicas.

El fallido viaje a Rusia y la oportunidad de Valdivia

“Tuve la oportunidad de seguir mis estudios en Rusia, lo que en ese momento para mis 15 años era un sueño, pero fue mi abuela quien no me dejó partir, cuestión en la que yo no estuve de acuerdo, pero que años después logré comprender. En esa época, la comunicación con el extranjero era muy difícil, sobre todo con Rusia, el contexto político estaba muy alterado. Además, hacer danza con exponentes rusas era muchos más difícil para una latina como yo”.

En ese mismo periodo, surge la posibilidad de irse becada al ballet de la Universidad Austral de Valdivia. Sin embargo, nuevamente se encontró con una dificultad familiar. “Uno de mis abuelos de San Fernando le escribe a mi abuela, con quien yo me crie, diciéndole que me mande a seguir una profesión decente a una escuela normalista, a lo que mi respuesta fue una carta poco amistosa que me valió más que un reto por parte de mi familia, finalmente logré viajar a Valdivia”.

El sueño de una academia

Con sus cortos 15 años tuvo que sortear distintos obstáculos y prejuicios para lograr convertirse en la maestra de danza que es en el día de hoy, con una personalidad fuerte y segura de sí misma logró tomar el rumbo de su vida, formarse en Valdivia y Santiago, hacerse un nombre, volver a la ciudad de Temuco, renunciar a su trabajo y dedicarse a la danza en un 100%.

“Lo que yo quiero me resulta, soy sumamente positiva, cuando ideo un plan nunca se me pasa por la mente que me va a ir mal y eso en la vida a obrado a mi favor. En esa época arrendé un local y me puse a hacer clases, transité por distintos espacios, entre ese periodo me casé, fui mamá y logramos dar con nuestra casa en calle Rodríguez, lugar que actualmente alberga mi academia de danza”, explica.

La formación que rompe generaciones

Danza Araucanía y Danza Clásica del Sur fueron algunas de agrupaciones con la que Nivia incursionó en distintos estilos que abrió las puertas de su academia en la región a la formación de distintas exponentes que continúan su legado, con alumnas que hoy la reconocen como su maestra y que han sido parte de toda una vida de trabajo, traspasando generaciones completas con alumnas que hoy cumplen 60 años o pequeñas de 15 años que la reconocen como aquella que las inició en el camino de la danza en la ciudad de Temuco.

Durante toda su vida continúo formándose en la disciplina que tantas alegrías le ha entregado, así es como a sus 76 años, volvió a estudiar, esta vez, en el ROYAL ACADEMY OF DANCER, una de las instituciones lideres en educación y formación en danza en todo el mundo, donde se capacitó hasta el séptimo grado, convirtiéndose en la única latina de su edad en lograr tan nivel de perfeccionamiento.

¿Qué significa la danza para ti?

“Primero que todo, me alegra saber que hoy las familias están más abiertas a la danza como disciplina, yo por muchos años estuve sola haciendo esto, pero hoy hay muchas alternativas y estilos, y eso me parece genial”, a lo que agregó. “La danza para mí ha significado todo y sigue siendo el centro en mi vida. Siento que yo abrí la danza en Temuco y en otras ciudades de la región, por lo que mucha gente de distintas generaciones que han pasado por mi academia reconocen el trabajo que he venido realizando, y eso, es muy satisfactorio”, señaló.

Proyectos futuros

Para el 2023 quiero hacer un encuentro nacional de la danza donde vengan escuelas de Valdivia, Chillán, Concepción y distintas ciudades de Chile a mostrar su trabajo. Es un proyecto que espero concretar.