“He formado a muchos grupos de actores y actrices en mi vida y espero seguir haciéndolo”.

Si podemos hablar de uno de los precursores del teatro regional desde la década del 80 en adelante y que aún se mantiene vigente, debemos hablar de Jorge Hans Topp, destacado actor, director y docente teatral. Director fundador de la emblemática compañía teatral TUM y una persona que ha entregado un importante aporte formativo en colegios, escuelas y grupos de adultos mayores.

Oriundo de la comuna de Lautaro, lo inicios de Jorge se remontan al año 1964 cuando comienza sus estudios en la Universidad de Chile (sede Temuco) en la carrera de tecnología agrícola, lo que le permitió acceder al taller de teatro que propiciaba en aquella época dicha casa de estudios dirigido por Osvaldo Obregón.

“Nací teatralmente el 18 de junio de 1964 en la  "antigua" sala de teatro de la Biblioteca Municipal, desde ese momento no me he desvinculado del teatro hasta el día de hoy. Con ese taller, conocí a muchas personas, aprendí, me formé y recorrí muchos festivales y salas de teatro a lo largo de todo el país”.

Después de trabajar por más de 15 años como actor, Jorge nos cuenta que nació la inquietud de preparar actores en la escena local. “Fui a Santiago a estudiar durante 3 años docencia teatral, me especialicé en esta área y comencé a dirigir, lo que me permitió fundar en 1978 la compañía de Teatro Universitario Municipal, más conocida como el TUM, una de las compañías más longevas que se mantiene vigente de Concepción hacia el sur de Chile y que nace producto de la fusión del taller de teatro de la Universidad de Chile y el teatro de la municipalidad, que en esa época estaba financiado por la administración municipal de aquella época”, explicó.

No solo las tablas, sino que también la televisión y el cine le abrieron las puertas para desempeñarse en diversos proyectos audiovisuales. “Como actor, trabajé en diversas compañías y proyectos televisivos, como el programa “Enigma” de Televisión Nacional de Chile (TVN), lo que me abrió muchas puertas y me ayudó mucho para continuar en esta carrera. Tuve la oportunidad de trabajar en diversos cortometrajes y en dos películas nacionales como “Frontera sin Ley” y “La casa de remolienda”, señaló.

Jorge nos explica que la barrera de la formación de público es un trabajo continuo que es fundamental para hacer teatro en regiones, no basta con ser egresado de teatro o tener una puesta en escena, la perseverancia en fundamental. “Creo que he podido perseverar hasta el día de hoy, en Temuco fue difícil formar público, nosotros comenzamos trabajar fuertemente en el año 1978, cuando existía una sensación que desde la avenida Caupolicán hacia el norte nadie entraba, lo que era todo un desafío, ya que era más fácil ir a las salas del centro de Temuco, por lo que cruzar esta avenida en aquella época era casi una hazaña artística. Nosotros nos demoramos dos años (78`-80`) en formar un público que se acostumbró a venir constantemente a nuestras funciones”.

“Con el TUM dimos a conocer el espacio de la Galo Sepúlveda con diversos festivales y sesiones teatral que hoy día parecen raras. Eran dos meses y medio, durante los días jueves, viernes, sábado y domingo, donde con una obra llenábamos esta sala. Recuerdo que llegábamos a completar entre 30 a 35 funciones por temporada, lo que hoy parecería una locura”.

Actualmente, Jorge mantiene vivo el trabajo con muchos de los integrantes originales del TUM, colaborando con diversas compañías de teatro contemporáneas, desarrollando talleres teatrales con grupos de adulto mayor, entregando su experiencia, su mirada y su trabajo para continuar contribuyendo en la escena teatral de la ciudad de Temuco y alrededores. “En el teatro la disciplina es fundamental, animo a las nuevas generaciones a sumarse a este camino que no es fácil, pero en hermoso. Muchos han sido formados en casas de estudio o talleres, pero la aprobación final está en las salas, es el público quien les da el visto bueno. He formado a muchos grupos de actores y actrices en mi vida y espero seguir haciéndolo”.