El 10 de marzo de 1929 el rabino Dr. Sabetai J. Djaen, fue designado presidente honorario de la colonia judía residente, ese mismo año la colectividad adquiere un terreno en el Cementerio General de la ciudad y construyen allí un mausoleo que hasta el día de hoy existe.
La expresión arquitectónica de albañilería de piedra y sobrias líneas que se visualizan en el zócalo con canterías y sobre relieves y la puerta de acceso enmarcada en pilares con tratamiento de capiteles corintios reflejan una mezcla de lenguajes, que podría ser reflejo de la diversidad de colonias que llegan ala ciudad. Al interior tiene una bóveda que remata en un muro curvo con un vitral. La puerta de acceso es metálica con una riqueza en el juego de forjados.