A fines del año 1894 llegan a Temuco los primeros Misioneros Claretianos, estos fueron los sacerdotes Antonio Dalmau y José Viladrich.

En enero de 1905, se inicia un proyecto para fundar una escuela destinada a la educación y formación cristiana, donde los mismos misioneros fueron profesores.

El 13 de octubre de 1903 el obispo de San Carlos de Ancud, Monseñor Ramón Ángel Jara bendecía la primera piedra y se daba inicio a la construcción del templo dedicado al Corazón de María.

El 19 de marzo de 1907, fray Jerónimo de Alberga, representando al obispo de Concepción, bendice el nuevo templo, la “Parroquia Corazón de María” que destaca por su torre campanario de 15 metros de alto.

Los Misioneros Hijos del Corazón de María dedicados a la predicación del Evangelio, emplearon preferentemente dos causes para hablar al pueblo: las misiones y los ejercicios espirituales. Desde esta ciudad de Temuco, también se asistió con misiones a la lejana diócesis de San Carlos de Ancud.